Se va sintiendo la pasión conforme avanzamos en esta primera Semana Santa desde que comenzó la pandemia, y llega nuestro querido Jueves Santo con el esperado paso del “niño” Dulce Nombre de Jesús.
Con sede en la parroquia de San Sebastián, la hermandad del Dulce Nombre de Jesús y Nuestra Señora de la Piedad, una hermandad fundada en el siglo dieciséis y que cuenta con más de 1500 hermanos y hermanas, ve la luz de las calles marcienses a las 19.30 de la tarde ante un tumulto de personas ansiosas por ver salir al niño y a la dulzura de la Piedad custodiadas por la Guardia Romana y respectivas agrupaciones musicales.
La talla del niño, colocada en el paso sobre una piña barroca, es vestida para la ocasión con una túnica de color carmesí oscuro y una peluca de tirabuzones, corona de espinas y cruz de plata del siglo dieciocho.