A través de las empedradas y estrechas calles del encantador y mítico barrio del Albaycín, en la ciudad de Granada (Andalucía, España) nos encontramos el famoso Mirador de San Nicolás, que obtiene su nombre de la iglesia que, al igual que nosotros, contempla al frente unas espectaculares vistas panorámicas de la Alhambra y Sierra Nevada.
Alhambra, cuyo nombre proviene del árabe “qa’lat al-Hambra” que significa “Castillo Rojo”, dado por sus muros de color rojizo -aunque algunos historiadores apuntan a que el nombre viene de su fundador Abu al-Ahmar cuyo nombre significa “El Rojo” porque era pelirrojo- es un conjunto amurallado cuyos primeros indicios de su existencia datan del siglo IX, cuando la ciudad pertenecía al Califato Omeya de Córdoba, reino de al-Andalus. Posicionada estratégicamente en la colina de al-Sabika, era una fortaleza inquebrantable. Al-Andalus fue el nombre con el que los musulmanes llamaban a la península Ibérica durante su reinado entre los años 711 y 1492.